El libro en los tiempos de la globalización

Cerramos el primer tema de crónicas de la gente, con el enlace a un articulo publicado hoy en el diario la Nación. Se esta desarrollando en Buenos Aires el Congreso Mundial sobre Bibliotecas e Información. En su conferencia inaugural Tomas Eloy Martínez pronunciará la conferencia "El libro en los tiempos de la globalización", de la que el diario anticipa un fragmento.

"En un rincón perdido del Museo Británico, en Londres, hay una minúscula tableta de arcilla en la que están grabados algunos versos sobre el diluvio. Esos versos, que pertenecen al poema babilónico Gilgamesh, fueron escritos en caracteres cuneiformes hace más de cuatro mil trescientos años. La tableta formaba parte de la biblioteca del rey Arsubanipal, una de las primeras de las que se tienen noticias. Los destellos de imaginación del ignoto autor de Gilgamesh iluminaban entonces sólo a un puñado de seres humanos: tal vez doscientos, tal vez mil. En aquel vasto amanecer de la especie, la lectura era un saber mucho menos frecuente que los saberes de la agricultura y de la guerra. Las historias se perpetuaban a través de la voz de los rapsodas, que cantaban e improvisaban mientras los demás oían y modificaban lo que oían con los tañidos de su memoria. Salvo unos pocos relatos sobre reyes y guerreros que buscaban la eternidad, aquellas primitivas tablas de arcilla sólo servían para el comercio y para el registro de unos pocos hechos magnos: victorias, conquistas, ritos imperiales."

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Hacia la formación de lectores

Desde Villa Maria., Cordoba, Argentina, Viviana Abarracin, Prof. En Ciencias Económicas Lic. Calidad Gestión. Educativa nos acerca un nuevo post.

Cómo cuesta no? Todo lo que sea formar, refiere a algo así como crear o recrear. ¿Podremos ser partícipes aunque sea en pequeña medida de tal construcción? ¿Por qué no intentarlo? Como todo lo que se va formando siempre está sujeto a modificaciones, es decir a mejorar nuestro producto. Por eso estas líneas desean ser un granito de arena en tal construcción. Tal vez deberíamos preguntarnos con qué ingredientes contamos para luego proceder a su preparación. Tal vez el papel dejó de ser el ingrediente que está al alcance de los niños y adolescentes. Ellos se están formando en una cultura distinta a la nuestra. Cuando recuerdo de pequeña que me gustaba jugar a “la maestra” con un pizarrón improvisado con una madera y un borrador prolijamente hecho con telas en desuso (trapos viejos), y la alegría que producía en mí verme proyectada como adulta con los elementos que contaba, me pregunto si sucedería lo mismo con las niñas de hoy.
Tal vez, pero seguramente que aquello que más motiva no es precisamente un pizarrón o una hoja de papel, sino la computadora. Este pequeño elemento que se introdujo en nuestros hogares, en muchos casos, como un electrodoméstico más, pero con el que muchas veces no nos familiarizamos. Pues esta cajita podría ser nuestra aliada en iniciar a nuestros hijos en la lectura. O cuando ya crecidos, no necesitan aprender las letras, sino resulta imprescindible que entiendan qué significa la lectura que están haciendo, por lo que se requiere analizar y contrastar distintas fuentes, (desde nuestra PC podríamos ingresar a distintos sitios). Generalmente se lee sin leer. Es decir se unen las letras pero si se les pregunta su interpretación difícilmente lo hagan.
Creo que este tipo de analfabetismo es más perverso que el funcional. Ya que mientras muchos niños en nuestro país no leen porque no pueden concurrir a la escuela formal, otro grupo importante que sí lo hace, terminan muchas veces el nivel medio sin haber aprendido a leer ni a escribir. (Pues lo que hacen carece muchas veces de sentido). A esta altura cabe replantearse ¿qué ciudadano estamos formando? Cuando en los periódicos es estos días se ha publicado la necesidad de impulsar una ley donde los menores a partir de los 16 años puedan votar, cabría preguntarse con qué juicio crítico lo harán? ¿Qué tipo de lectura de la realidad están haciendo? Y en esto no solo la escuela, sino cada uno de nosotros como ciudadanos debemos asumir la responsabilidad de la formación de nuestros niños y adolescentes en la lectura. Es una contribución a conformar una sociedad más justa y equitativa, pues bien lo sabemos que mientras más imposibilitados de pensar estén quienes habitan este suelo, menos posibilidades de participación tendrán.

Toda crisis necesita ser superada. La crisis que atraviesa nuestro país será superada con la participación de todos y cada uno de nosotros. Ünica manera de construir un país mejor.

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Buscando la construcción del lector

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Búsqueda en Google: "la construccion del lector"

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